 |
Llega el fin de una de las sagas que más disfruté, y aunque no puedo decir demasiado al ser el último libro, sí puedo decir lo que me hizo sentir. Tengan en cuenta que para cuando escribo esto hice una relectura del libro, no fue la primera vez que lo leía. Muchos consideran que este libro tiene muchas páginas de más y en un punto coincido, ya que hay demasiadas descripciones de lugares que ya conocemos solo porque los comenta un personaje que nunca había estado ahí. Esto hacía que por momentos sea una lectura muy pesada. Otra cosa que a muchos les molesta es que, a lo largo de los libros, la historia se centró mucho en la política de Norta, pero a mi eso me gustó mucho, y este libro no es la excepción. Vemos alianzas que se forman y rompen constantemente, y al menos yo me sentía tan agobiada como los personajes por esto. Y por último el final, lo más criticado de este libro por ser abierto, orientativo, pero abierto en fin. Siendo sincera, odio con toda mi alma los finales abiertos, pero en este caso no me molestó, porque considero que, aunque la historia pasa en muy poco tiempo (los 4 libros son 1 año de historia en total), los cambios que se avecinan al final no se pueden hacer tan rápido, y si queremos más información se necesitan varios libros más. Leí que en Trono destrozado se develan algunas cosas que quedaron colgadas de este libro, pero no todos piensan lo mismo... |
>
