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(3,5)Elinor y Marianne Dashwood son dos hermanas con personalidades muy diferentes. Mientras la primera es moderada y discreta, la segunda vive y expresa sus emociones al límite. Dos formas de enfrentar la vida, el amor y a la sociedad en que se desenvuelven.La primera parte del libro se me hizo bastante lenta, pero posteriormente la historia toma otro ritmo mucho más ágil y llevadero. Como es típico en las obras de la autora, a través de los personajes se vislumbra una fuerte crítica social, sentido en el cual los secundarios de esta novela resultan muchísimo más interesantes que los galanes de turno, los que me parecieron bastante débiles, en todo aspecto. En cuanto a las dos hermanas, prefiero mil veces a Elinor, lo que también explica que cuando ella lleva las riendas de la historia, la novela mejoró mucho para mí. A diferencia del autor del prólogo de mi edición, no creo que los sentimientos de Marianne sean más intensos que los de Elinor, ni me siento más identificada con ella (todo lo contrario). Me parece que la hermana "sensata" es quien tiene sentimientos más puros y genuinos, en vez de responder a una pose de drama constante, socialmente aceptada. El final restaura en parte el equilibrio necesario entre sensatez y sentimientos.
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