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Lady Susan aparece como una protagonista arrogante que solo piensa en sí misma, pero realmente me parece un buen ejemplo a seguir. Por un lado, no deja que su hija la maneje a su antojo para conseguir lo que ella quiere. Por otro, aún en aquella época en la que estaba en la que para una mujer estar sola significaba deshonra, ella busca marido, pero lo hace sin dejar de divertirse, visitar a sus amigas y familiares, por lo que tiene mala fama. de hecho, el marido de una de sus mejores amigas le prohíbe expresamente a su esposa ver a Lady Susan, porque es una mujer que ejerce su libertad demasiado, y es un mal ejemplo para las mujeres de bien. Por eso, del papel que Jane Austen propone como villana, yo veo a Lady Susan una premonición de lo que tendría que venir a la vida de las mujeres: libertad para ir y venir a su antojo. Con esto no quiero criticar a una Jane Austen de diecinueve años que escribe su primera novela corta, dado que la época en la que le tocó vivir veía a la mujer como un pájaro al que meter en su jaula y hacer bonito a las visitas. No obstante le debemos mucho a esta autora, que fue descubriendo poco a poco el derecho de las mujeres a ser libres ciudadanas como cualquiera, y que ensalza en sus posteriores obras. De hecho, esta es su primera novela, con la que comenzó a escribir en serio sobre temas de la época, y con mujeres como protagonistas. Esta novela además nos muestra el lado divertido de la autora, con un humor que en otras de sus obras más maduras no vemos ya, que te hace sacar alguna que otra sonrisa. Una novela corta que se disfruta en un suspiro, y que te lleva al pensamiento de una Jane Austen adolescente pero con ganas ya de ser escritora. |
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