Meditaciones (Edición Ilustrada)

¿Cómo se puede expresar con palabras lo que la persona más importante durante una época en la historia narró con tanta precisión en un libro que significaría un conjunto de sus propios pensamientos? ¿Podría alguien juzgar lo que sentía y pensaba Marco Aurelio tras reflexionar éste en el libro como cada uno somos dueños de nuestra propia mente?

Meditaciones es un engranaje de racionamientos personales de Marco Aurelio que construyen como una guía espiritual hacia la salvación personal. El autor a través de pequeñas enseñanzas concebidas casi como citas y haciendo alarde de la filosofía estoica se apoya en su técnica narrativa para enseñar al lector que todo lo que debemos escuchar es nuestra propia mente, alimentarla, regañarla, ignorar opiniones ajenas y no buscar las alabanzas por hacer el bien porque es lo que debemos hacer.

Marco Aurelio se lanza con un discurso sobre la brevedad de la vida que alimentado por sus propias vivencias saca a relucir la importancia del ser y percibirnos mutuamente, el cambio como futuro del universo y la meditación personal como la evolución de esa permuta temporal.

Al perdernos en las páginas de Meditaciones podríamos creer estar en medio de una clase de psicología o que un maestro del yoga se nos ha aparecido ante nosotros para aclararnos que sólo nos deberíamos escuchar a nosotros mismos y no alardear de nuestros objetivos ni logros. No, ante nosotros está uno de los mayores pensadores de la historia que llegó a crear imperio y citando a Platón fundó un pensamiento propio que sería leído y mencionado por autores como Maquiavelo.

Meditaciones es un monólogo de pensamientos que hará que los soliloquios se hagan reales en tu cabeza y empieces a cuestionarte y preguntarte todo acerca de tu vida. No importa cuando se haya escrito el libro, la enseñanza principal de que en nuestra mente se encuentra el control y la solución a los problemas que nosotros mismos nos ponemos por el camino debería mandar sobre cada raciocinio que surgiera de ella.

Si algo nos ha enseñado la brevedad de la vida es que quien vive en ella eres tú, y los que te acompañan fluyen a tu alrededor mientras tu agitas el aire que impulsa tu camino a recorrer.