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En Estados Unidos, un ataque terrorista, que achacan al terrorismo islámico, desencadena una serie de actos de revuelta contra el gobierno del momento y una subida al poder de unos teócratas que cambiarán la vida de todos y, especialmente, de todas. La natalidad ha bajado, además de la propia decisión de mujeres de no ser madres, el uso fertilizantes e insecticidas y accidentes nucleares parecen ser causa también de deformaciones en los fetos o incluso que estos no lleguen a vivir. Seguirán existiendo las clases sociales, aún más delimitadas, pero sobretodo las mujeres dejarán de ser personas, siendo únicamente un florero, una máquina reproductiva, una sirvienta o una puta, dependiendo de dónde te hayan catalogado. Una distopía que por momentos parece demasiado real, como si en cualquier momento nos pudiera llegar. Nos narra la historia Defred, nos cuenta su nueva vida en la Republica de Gilead, y lo entremezcla con su anterior vida. Es ahí cuando percibes que pasas de una vida “normal” en que van sucediendo pequeños cambios, en principio casi sin importancia, y de repente vives en un Estado totalitario y represivo. Para quien haya visto la serie he de decirle que ésta es bastante fiel al libro, aunque con cambios en algunos detalles, pero, como suele ocurrir, los libros te llegan a lo más profundo. |
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