Si del último catón, me quejaba de poca profundidad en los personajes. En esta segunda parte si hay. Destacando, sobre todo, la protagonista Ottavia Salina, con una evolución ideológica religiosa. Empieza mal el libro, 200 páginas sin ritmo, los protagonistas se pasan hablando (especulando e investigando sobre la trama), demasiadas referencias bibliográficas (la autora se ha documentado bien), pero entran ganas de abandonar. Después, es como el Último Catón, un libro ameno de fácil lectura, entretenido, más fantasioso que su predecesor; pero más flojo. Lo más interesante, la historia sobre los orígenes del cristianismo y el judaísmo. |