 |
“Extrañas” narra la historia de William Burton, un joven noble inglés que se ve desterrado y despojado de la protección de su poderosa familia por su deseo de ser médico. Ambientado en el siglo XVIII, el joven Burton no se amedrenta y sigue su sueño llevando al lector consigo a través de un viaje de madurez personal pero también de la medicina, química y farmacia del momento, su historia y sus avances. Lo primero que me llamo la atención al comenzar a leer “Extrañas” es su estructura. No se trata de que no esté dividido en capítulos sino que apenas cuenta con puntos seguidos y mucho menos puntos y aparte. Las primeras páginas me volvía loca pensando “aquí faltan puntos” pero al poco te olvidas absolutamente y Arriaga, además de un genuino estilo propio, logra una narración de asombrosa naturalidad, fluida y muy funcional. También los diálogos están integrados en el texto armónicamente. La historia no crece. No le hace falta. Toda la narración es de una agudeza brillante. Los personajes y sus disquisiciones morales, crean una cercanía armónica en constante diálogo con el lector. Es cierto que el clímax final de la historia es la culminación de dicho diálogo que permite (o más bien obliga) a que el propio lector sea juez y parte en el destino final de sus personajes. Y es que sin que lo percibas hasta que es demasiado tarde, Arriaga teje una tela de araña en la que minuciosamente envuelve al lector y fuerza su decisión en la controversia de la trama principal final. Me ha despertado mucha curiosidad por leer otras obras del autor, sin duda, un talento así no árbol de un solo |
>
