En este texto de Hannah Arendt deja traslucir la espeluznante verdad sobre la actuación de Eichmann en el holocausto. Fue el que auspició la deportación de miles de judíos a campos de exterminio y la solución final. Lo que nos dice Hannah es que no lo hizo por puro ideologismo sino que, al contrario de lo que se pensaría de una persona que participa activamente en un genocidio, era un hombre normal que sin tener un pensamiento propio, quiso prosperar en su trabajo y ser el mejor. Una persona que nunca vio maldad en los actos que había cometido. Increíble pero cierto ... Es lo que Hannah llama la banalidad del mal. Es un tema muy interesante pero muy complicado de leer, me he encontrado demasiado tecnicismo. No es un texto ligero a pesar de tener solo 150 páginas. |