En el año 1936, Juana Josefa Goñi y seis de sus hijos, desaparecen sin dejar rastro en la localidad de Gaztelu. Sus vecinos dicen no haber escuchado ni visto nada, pero los secretos tarde o temprano salen a la luz. Una triste historia inspirada en hechos reales que ha estado archivada en el sumario Causa 167 durante demasiados años. Hasta el año 2016 no se volvió a reabrir el caso para, de una vez por todas, hacer justicia. El trabajo de documentación que ha llevado a cabo el autor es magnífico. Ha sabido situarnos en esa terrible época, en plena guerra civil, donde por un puñado de monedas o bajo amenazas, cualquiera podía acusar a sus propios vecinos de ser del bando contrario. La lectura de este libro es muy ágil, con capítulos cortos y unos diálogos inmejorables. Apenas he tardado un par de días en leerlo ya que no da pie a finalizar cada capítulo y desear seguir con el siguiente para averiguar qué sucedió realmente con Juana Josefa y sus hijos. La historia está hilada a la perfección y el final impactante. Cierto es que más o menos me imaginaba cómo iba a terminar, pero igualmente me ha sorprendido. "Bajo el templo de la ley se está construyendo un cementerio de silencio y de terror. Historias ocultas, crímenes olvidados, que entre todos plasman el retrato de una nación sumida en la locura". |