Mira a esa chica

Está es una historia contada en segunda persona... He leído muy pocas novelas contadas en segunda persona.
Desde el primer capítulo se me estrujó el alma... El tema es crudo, aunque otras veces he leído historias igual de crudas... Pero la forma en que Cristina Araujo Gamir la cuenta, cala especialmente hondo y triste... En apenas unos párrafos tuve deseos de llorar.
En ocasiones está contada de manera caótico... pero no es caótico el proceso de pensamiento per se? Eso obliga a mantenerse atento... Cuando lo que leemos no tiene sentido hay que repasar el último párrafo o la última página, siempre me pasa que creo que me he saltado algo, que no leí la conclusión de la situación anterior y ya estoy sumergida en la nueva escena... Pero al final le cogí el tranquillo.
Yo soy una persona adulta, ni siquiera adulto jóven... Más cerca de madura... Pero me gustaría que todos los jóvenes, adolescentes y preadolescentes leyera está historia... he leído que está basado en hechos reales, el llamado caso de “la manada de Pamplona”, tengo curiosidad de saber la relación de la escritora con el caso. Si no fuera basada en hechos reales, estoy segura que igual contaría una historia "basada en hechos reales" porque veo día a día a tantas adolescentes como Mirian, tan perdidas y huérfanas que es muy triste.
La novela de cierta manera tiene un mensaje descorazonador, porque la propia víctima reconoce que se le han aplicado todos los puntos de ayuda psicológica aunque no haya tenido resultados positivos.
Cristina Araujo escribe de manera muy íntima, muy metida en la mente de esta adolescente y soy capaz de sentir todo lo que si este esta chica y me asalta la angustia, lo que sin duda es un gran mérito de la autora.
Yo no pude parar de leer, queriendo saber en qué para todo. Aunque realmente es una especie de autopsia psicológica.
Hacía el final me pareció un poco repetitiva, más de lo mismo dentro de la misma trama, sin evolución.
Muchos personajes representan arquetipos de todo lo que encontramos allá afuera ante una situación como esta. Me gustó y lo recomiendo a cada adolescente y jóven, no como fórmula moral, sino porque todos en algún momento somos algún personaje de Mira a esa chica.