Mira a esa chica

Miriam es una chica que está a punto de entrar en la universidad, alguno diría que en la flor de la vida. Lo que le pasa a Miriam es que hace tiempo que viene interpretando un papel, el de chica dura, pasota, esa chica a la que le puedes gastar bromas pesadas sobre el tamaño de su pecho... porque Miriam tiene dos opciones o mostrarse vulnerable y débil o vacilar con los chicos, ignorar sus comentarios ofensivos, hacer como que no le importa y en ocasiones ser más soez que ellos. Por eso el día que empieza a hablar con ese chico a través de tinder todo lo parece un sueño. No sólo es mayor que ella y un pivonazo, es que además parece que le gusta, se siente como una diosa, no está acostumbrada a los piropos y las atenciones. Así que, cuando por fin quedan y le presenta a sus amigos en aquella fiesta, no es capaz de entender qué ha podido suceder para acabar en un portal siendo violada por todos ellos, cuando ella lo que deseaba desde el principio de la noche era estar con él en un lugar más íntimo. Y es entonces cuando empieza su calvario, cuando se empieza a culpar de todo lo sucedido, cuando empiezan a darle de lado, cuando no es capaz de decirle a su madre que es ella la chica de la violación grupal que sale en las noticias.
Una historia desgarradora contada de una manera sublime y que duele más por estar inspirada en un hecho real. Como mujer me he sentido plenamente representada en muchos de sus pensamientos, aunque a menor escala, porque todas nos hemos sentido acosadas y vulneradas y todas hemos llegado a pensar que quizás algo habíamos hecho para provocar el comportamiento de la otra persona.
Todas hemos estado alguna vez sentadas en el mismo banco que Miriam.