Érase una vez una niña y un niño, hijos de la misma madre, a los que ella regaló nombres poderosos para que fueran fuertes y aprendieran a volar. Érase una vez una madre que olvidó su nombre para resurgir de las cenizas del pasado, del dolor y el asco, de la tristeza y la soledad. Érase una vez una madre y sus dos hijos separados por la vida, por las equivocaciones y los silencios, a los que el destino da la oportunidad de tejer una nueva historia sobre los pilares de su amor. |