Siempre he tenido miedo a los libros de dimensiones reducidas y a los autores rusos. Aunque sigo siendo muy reticente a leer libros de relatos (en plural) cada vez me gustan más los libros cortos que en pocas palabras son capaces de presentar un microcosmos con vida propia como el de El reino de las mujeres, al mismo tiempo que se me está despertando un interés creciente por la literatura rusa.
|