Este libro me mostró lo dura que era la vida para todos en el siglo XVI y lo fácil que es hoy. Lázaro tuvo que recorrer todas las ciudades para ganarse el pan. También me sorprendió la actitud del ciego hacia Lázaro, aún era un niño, casi nunca le daba de comer, le pegaba y le pegaba cuando pasaba algo. El mejor hombre para Lázaro fue un monje del segundo tratado que, aunque lo golpeó, luego lo curó. Aunque Lázaro es un niño persistente y la mayoría de sus dueños no son muy amables con él, tampoco creo que la actitud y el comportamiento de Lázaro sea correcto porque no es bueno robar comida a los pobres o sacerdotes y luego mentir. Este libro me hizo ver esta vida simple que vivimos en los países desarrollados y nuestra arrogancia en no compartir y quejandonos. |