Este ensayo puede que haya sido de mis mejores inversiones de este 2022 por varios motivos: Primero, por lo directo y claro que es. Es cierto que empecé hace relativamente poco a leer sobre feminismo con más profundidad, pero es una maravilla que un ensayo no se vaya por las ramas, te meta chapas aleatorias o que realmente no se moje y te ponga lo que puedes leer en los mensajes que vienen en los sobrecillos de azúcar. Segundo, porque aborda temas jodidos y que, por desgracia, hemos vivido muchas mujeres y podríamos habérnoslo ahorrado. No sé vosotrxs, pero a mí me toca el churumbel que se den por sentadas cosas que "deberíamos saber" porque supuestamente son lógicas. Y tercero, hay que leerlo por ti, por mí, por nuestro yo adolescente, por nuestro yo que se lanzó a la vida sin tener ni idea, por esas niñas que no recibieron la adecuada educación sexual, por esas pequeñas mujeres que hemos permitido sexo malo, sexo olvidable y sexo denigrante. Ojalá mí yo de 18 años hubiera leído este ensayo. No todo lo malo hay que vivirlo para aprender y me hubiera gustado mucho ahorrarme situaciones jodidas y no permitir conductas nocivas. Leerlo con mi grupo y en una lectura conjunta ha sido una experiencia tremenda que me encantaría volver a repetir no una, sino mil veces. |