Desde que en 1986 Frank Miller escribiera "El Retorno del Caballero Oscuro" no han parado se aparecer obras que trataban de emular lo que en aquella obra maestra se ofrecía: Una visión oscura y decadente del futuro de un héroe que se encuentra en un mundo que ya no reconoce pero que de pronto encuentra un motivo por el que volver a luchar. Algunas de estas obras han salido mejor que otras, encontrando ejemplos muy dignos como "El viejo Logan" y otras no han salido tan bien, como esta que nos ocupa. La historia no tiene ni pies ni cabeza durante la mayor parte de su desarrollo, con giros argumentales que parecen sacados de la manga , y un personaje protagonista que aparece totalmente desdibujado e irreconocible, que avanza a lo largo de estos cuatro capítulos que componen la historia reaccionando sin ton ni son a los acontecimientos, sin un desarrollo apropiado de por qué se vuelve a calzar las mallas... pero quizá todo esto sería más llevadero si no fuera porque el dibujo no acompaña. No sé si Kaare Andrews no se encontraba inspirado o qué, pero su estilo, que por lo general suele ser bastante interesante, en esta obra sencillamente me ha parecido feo, no se me ocurre otra definición. En este apartado salen especialmente mal parados los escenarios, que carecen de profundidad, y que bien podrían estar ausentes. Desconozco si es algo que hizo con alguna intención en particular, pero debo decir que si es el caso, no le salió bien la jugada. Quizá lo único destacable de toda esta historia sea el papel de J. Jonah Jameson, el único de los personajes con un poco de "chicha", y cuya trama es la única que tiene cierto interés. En general me ha parecido una historia totalmente olvidable, con un par de momentos memorables que poco o nada hacen por dotar de interés a una historia que imagino que debió tener cierto grado de éxito en su día, en vista de que se está hablando de una posible secuela. No hace falta, de verdad que no. + Leer más |