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No lo llames pasión, una historia más de la Serie de Noelia Amarillo, el primero de ellos fue, No lo llames Amor; una historia disparatada, y llena de situaciones divertidas en la que pudimos conocer varios personajes que viven en un edificio Madrileño. También leímos el comienzo de la historia de amor de Gala, una de las mejores amigas de la protagonista anterior. Y aunque comienza con dos galanes, (Calix y Rodrigo) el "Estirado" poco a poco se va posicionando como el elegido. Pero no por eso Calix es dejado a un lado en ésta historia, todo lo contrario, su historia va tomando un matiz sombrío. Debo decir que la evolución de Gala, quien odiaba a los hombres con toda su alma; y Rodrigo, un estirado, amargado y solitario; son sumamente interesantes, y que las situaciones que Jimena y Gadea van creando en el transcurso de la historia, son demasiado divertidas. Pero confieso que fue la historia de Calix, la que se quedó en mi corazón; es definitivamente una trama totalmente diferente a las que estoy acostumbrada; con un tema que, a pesar que en el caso contrario es normal (doloroso, pero normal) bajo ésta perspectiva es tabú. Estoy hablando del maltrato intra familiar... masculino. Calix, un hombre atractivo, altivo, seguro de esa belleza, aunque no tanto de su inteligencia; conoce a Verónica, una mujer de la que no puedo decir nada bueno. Una mujer doble, maliciosa, ofensiva, maltratadora, abusiva, manipuladora y controladora; una mujer que con sus humillaciones y vejaciones sexuales, van haciendo mella en la autoestima de Calix. Que va amedrentando, vapuleando y demeritando de una manera tan agresiva su personalidad; que lo va transformando en un ser inseguro y asustadizo... una masa moldeada a su antojo. Dejando atrás al chico atractivo, sociable y confiado que era |
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