Tengo una amiga que me suele decir “puntúas siempre muy alto las novelas, Aitor”. También tengo a un amigo que dice que no entiende a los que valoran bajísimo. Dice: “Si de cada diez libros a ocho les pongo una estrella o dos, entonces no estoy leyendo… estoy encadenando sufrimiento”. A las dos primeras novelas que leí en julio les di tres estrellas. A El verano que lo derritió todo y a Un hijo les he puesto cinco estrellas. Si Babelio me lo hubiera permitido habría puesto más. Muchas más. Las máximas. Puede ser que puntúe alto porque tiendo a quedarme con lo bueno de la gente, de los lugares, de los libros…, pero con Un hijo no he tenido que esforzarme en cribar porque TODO es bueno. Una historia emotiva, mágica y supercalifragilisticaespialidosa. Repetiré con Alejandro Palomas. |