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Hijos de virtud y venganza es el segundo libro de la saga "El legado de Orïsha" . Casi siempre me suelen gustar las segundas partes mucho , pero esta, aunque no ha estado mal, se ha quedado muy por debajo de su primera entrega. La pluma de la autora sigue siendo ligera y directa, con capítulos narrados por los diferentes protagonistas (Zelie, Amari, e Inan) y cortos. Todo se desarrolla en presente y ha sido fácil seguir el hilo con respecto al primer libro "Hijos de sangre y hueso". La ambientación sigue siendo muy detallada. Las descripciones son las precisas y no hay relleno. Ahora bien, me han fallado varias cositas que no me ha terminado de dejar con buen sabor de boca esta lectura: 1. Zelie, prota absoluta, se vuelve insoportable de leer. Me ha dado la sensación de que todos los capítulos de ella eran lo mismo (pena y dar pena) , sólo al final me sorprendió un poquito. Tengo que reconocer que incluso algunos capítulos narrados por ella los he sobreleído. 2.El final demasiado rápido y sin entenderlo muy bien. Atropellado. No he llegado a saber a cuento de que algunas acciones. 3.Demasiadas hipótesis abiertas y muy pocas resueltas. Hay parrafos en los que te encuentras que sucede una cosa importante pero no sé desarrolla ni antes ni después. Seguiré leyendo su tercera parte por dos motivos: - Primero, Amari. Este personaje me ha encantado de nuevo, más fuerte, más decidida, con más convicción. -Segundo, la ambientación africana. Está muy lograda y creo que es diferente a lo que tenemos en género de fantasía. Lo único que deseo es que la trilogía no vaya decayendo. |
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