Guía del autoestopista galáctico

¿Douglas Adams era un genio? Douglas Adams era un genio. Uno que nos dejó demasiado pronto y que provocó que se proclamara el 25 de mayo (Día del Orgullo Friki) como Día de la Toalla, una jornada en la que los fans del autor y de la novela «Guía del autoestopista galáctico» pueden reconocerse (y sonreírse con complicidad) en medio de la calle pensando: «eh, tú eres tan friki como yo». Y es que una toalla, como dice la Guía, es uno de los objetos más útiles del Universo, que incluso puede servirte para secarte (si aún sigue lo bastante limpia).

Todo comienza cuando el Ayuntamiento va a tirar abajo la casa de Arthur Dent para construir una circunvalación que conectará el punto A con el punto B. Pero poco importa ya, puesto que los vogones (una raza muy burocrática) van a demoler la Tierra para construir una autopista galáctica (todo ello expuesto en el tablón el tiempo pertinente).

A partir de ahí iremos con Arthur y su amigo Ford en un viaje interestelar hilarante y absurdo, lo que lleva a una páginas plagadas de inteligencia e ironía que no te quitarán la sonrisa de la cara.

Lee esta primera parte de la trilogía dividida en cinco partes y te prometo que saldrás de ella siendo mejor ser humano. Y así, si llega el día en que tengan que desintegrar la Tierra para construir una circunvalación (y tú no lo has visto en el tablón) al menos sabrás que debes llevar tu toalla al hombro. Don't Panic.