Cuando Shy Sur vuelve a su granja después de hacer negocios en el pueblo se encuentra con que unos bandidos han secuestrado a sus dos hermanos pequeños. de esta forma, y acompada por Lamb, el hombre que prometió a su madre cuidar de sus hijos, inicia un viaje a través de unas tierras áridas y llenas de peligro, donde la fiebre del oro marca el ritmo de los viajeros y todos con los que se cruzan buscan empezar una nueva vida en tierras inexploradas. Así nos adentramos en una historia con tintes de western donde el humor negro y la realidad más punzante se dan la mano. Es, quizás, el libro que menos me ha gustado de lo que llevo leído de Abercrombie. La ambientación, la trama y los personajes me han gustado (especialmente éstos últimos), pero el viaje de Shy y Lamb se me ha hecho demasiado largo y, en algunos momentos, me aburría un poco. Durante su camino se encuentran a todo tipo de personas, todos con una mentalidad o un finalidad específica para hacer ese camino en unas tierras donde la ley no existe y los bandidos campan a sus anchas. Como siempre, en los libros de Abercrombie destaca la psicología de sus personajes, sus formas de afrontar las circunstancias que se dan y una visión cruelmente real de la vida. Siempre me ha gustado que este autor no maquilla nada, no te pinta la historia como sucesos épicos de héroes sin mácula; al contrario, suelen ser actos irreflexivos e incluso cobardes o llenos de suerte para el que los lleva a cabo. No hay héroes, solo unas personas más fuertes, locas o ricas que otras. Me ha gustado saber de algunos personajes de la Primera Ley que vemos reaparecer en esta historia años después de la trilogía principal y eso sí lo he disfrutado. En resumen, una historia al puro estilo Western donde nos reencontramos con algunos personajes de la Primera Ley y que nos conduce por unas tierras sin ley llenas de peligros. |