Una historia sencilla, de lectura ágil, pero de trama bastante simple. El grupito que forman Yarvi, Nada, Sumael y los demás me ha parecido lo mejor del libro. A pesar de la dureza con que la vida ha tratado a cada uno de ellos, es bonito cómo se alían y se convierten en familia. Dirigido, tal vez, a un público muy joven, no terminó a engancharme lo suficiente como parar querer seguir con la trilogía. |