Así comienza

“En una de las raras ocasiones en que Mark ha hablado de su mujer, dijo que se culpaba a sí mismo por haber aceptado el encargo que hizo que tuviese que dejarla sola en la casa.”~ Así comienza de Rachel Abbott.

Mark es un joven fotógrafo viudo. Su esposa Mia falleció de un accidente en su casa y él vive triste y apagado. Un día conoce a Evie, una joven que acude a su estudio fotográfico a realizar un encargo, pero a la hermana de Mark, Cleo, no le gusta nada la nueva muchacha con quien Mark acaba casándose.

Asi, mientras Mark sigue haciendo encargos fotográficos, Evie cuida de su hija Lulú y curiosamente cada vez que Mark sale de viaje, Evie sufre un accidente doméstico. Un día, la pareja aparece ensangrentada en su casa, enredados entre las sábanas. Uno de ellos está vivo. Stephanie King es la investigadora que asume el caso junto con Angus, su ex.

Tenía este libro cogido en eBiblio desde hace unas semanas. Lo había comenzado a leer pero me había parecido soso así que lo dejé. al final, me animé a ponerme con él. Y lo he devorado. Cierto que la primera parte del libro se hace más pesada pero la segunda, el juicio, es de diez. A partir de ahí ya no podía parar.

El caso puede parecer predecible pero estás todo el rato dando vueltas al cómo y al por qué. Lo más sorprendente es que siendo el primer libro de una saga de esta investigadora, ella haya pasado sin pena ni gloria. Es más, es totalmente prescindible en el libro ya que la única aportación que hace a la investigación es incluso incoherente. El caso se resuelve sin la policía, con las declaraciones del juicio y poco más.

En conclusión, si queréis un libro entretenido que te mantenga el vilo, este cumple perfectamente el objetivo. Se le perdonan perfectamente algunas cosillas.