Nadie se muere de esto

Tanta "crítica" a los estereotipos y a los prejuicios que tenemos en esta sociedad en la que vivimos que llega a resultar cansino leer tantas veces lo mismo. A veces incluso con un vocabulario que sobra o que da a entender la superioridad de quien narra la historia.
No solo no me he encontrado a mi misma sino que he rechazado en todo momento la actitud de la protagonista con quien "se supone" debería haberme identificado en algún momento, pero no ha sido así. No es lo que esperaba encontrar, no es una historia de superación ya que 'Nadie se muere de esto', son un montón de pensamientos, reproches, idas y venidas de personajes y de historias que no vienen al caso ni aportan nada, porno hablar de los prejuicios, que te hacen pensar, y agradecer, no ser como Elena o cualquiera de sus amigas.

Tendría que ser otro yo el que leyera estas páginas para no querer estampar al libro contra la pared a cada frase. Aquí están vertidos todos los tópicos sobre las relaciones, sobre las mujeres, sobre los hombres, sobre la soltería. Me ha recordado a algunas rupturas que han llegado a mis oídos y que resumiría así: no le quiero, no estoy enamorada, pero, oye, que no se atreva a dejarme porque la víctima quiero ser yo, no puede ser él. Y además que he tenido muchos déjà vu con su lectura por lo que imagino que lo leí hace muchos años. No podría decir qué sensación me dejó entonces.