Lo que el hielo atrapa

Bruno Nievas consigue un fantástico libro de aventuras, sólido, bien construido, bien documentado, y con una parte que deja volar la imaginación, que resulta realmente amena, inquietante y llena de intriga, porque aunque sepas, por la Historia, qué es lo que ocurrió, no imaginas hasta qué punto fue duro llegar donde llegaron, y conseguir lo que realmente fue una autentica gesta, en la que esta expedición, consiguió esculpir para siempre sus nombres en los libros de Geografía y de Historia.

La novela comienza en Londres, en los albores del siglo XX, justo antes de la Primera Guerra Mundial, donde Ernest Shackelton, protagonista fundamental de ésta, comienza el periplo que le llevará hasta el Polo Sur. Para ello necesitará la ayuda económica de su gobierno, de particulares y buscará la mejor tripulación que pueda encontrar. Serán 28 hombres curtidos en anteriores batallas, especialistas en distintos campos y como plus, en la supervivencia en el hielo, cada uno de ellos con la cabeza bien amueblada y sabiendo donde se mete.
En el último momento, se incorporará Zara Foley, que intentando dejar atrás un pasado de lleno de penurias, hambre e insolidaridad en las calles de Londres, ejecutará una huída hacia adelante, con el propósito de librarse de una más que segura condena a la horca.
El capitán Worsley será el que conduzca al Endurance hacia las gélidas aguas del Antártico.

En las cinco partes en las que está dividido el libro, iremos viajando a una de las zonas más inhóspitas del planeta, con temperaturas extremas bajo cero, tempestades, ventiscas y témpanos de hielo, que se convertirán en el paisaje habitual.
El autor nos trasladará con una documentación impecable, a esos paisajes gélidos, en los que a duras penas se sobrevive, aprenderemos nuevos términos de navegación, fenómenos que se producen en aquellas latitudes, y sobre todo conoceremos como las personas reaccionan ante condiciones extremas.
Seremos testigos de cómo debe ser un jefe de expedición, que antes que su ambición, y el sueño de su vida que es alcanzar el Polo Sur, antepone el bienestar de sus hombres y la supervivencia de estos, sabiendo como motivarlos, espolearlos, hacer grupos de trabajo, en definitiva, hacerlos creer que habrá un mañana mejor.
La tripulación te hace ver el mundo de otra manera, es fuerte, arriesgada y confían los unos en los otros, al leerlo da una cierta sensación de añoranza de ese espíritu de equipo que tienen y la forma en la que luchan. Me resulta difícil pensar que hoy día existan equipos así.

El autor además nos acerca a los protagonistas con flashbacks, donde podremos conocer cómo y porqué han acabado en esta expedición, sus motivaciones personales, sus objetivos, lo que hace que sin duda les acabes cogiendo cariño.
Y con todos ingredientes, realidad y ficción, pasado y presente, con facilidad, porque es de lectura amena, nos iremos dejando llevar en una atmósfera realmente angustiosa, heladora, hasta un final ya histórico.

La sensación que produce estar en el fin del mundo con solo una brújula y nada más, y conseguir lo que consiguieron, resulta aún más asombroso, viendo todos los adelantos que tenemos hoy en día. Yo me he ido sintiendo cada vez más chiquitita, insignificante y cobarde a cada página del libro que pasaba.

Sin duda es un libro que no se puede olvidar, como no podré olvidar a sus protagonistas, al Endurance, el hielo, el frío, ni a esa cuarta presencia.
Enlace: https://laisladelasmilpalabr..