Hasta aquel día, mi padre había sido mi sol y yo el suyo. Todo se derrumbó en cuestión de segundos porque ni siquiera se molestó en abrazarme una última vez.
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Hasta aquel día, mi padre había sido mi sol y yo el suyo. Todo se derrumbó en cuestión de segundos porque ni siquiera se molestó en abrazarme una última vez.
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Bruce Wayne