Estudio en escarlata

Esta es la primera vez que Sherlock Holmes aparece en la vida literaria. En la primera novela de Arthur Conan Doyle se nos presenta a Watson, que vuelve de la guerra y busca alojarse. le recomiendan a una persona de hábitos extraños que justamente está buscando con quién compartir el cuarto. Atraído, Watson y el lector por la curiosidad que genera alguien así descubrimos al detective más famoso de todos los tiempos. Esta novela fue publicada primero por entregas en 1887 la revista Beeton's Christmas Annual, así que cada capítulo deja al lector a la espera de una resolución en el texto que continua. Tiene dos partes, la primera en la que leemos el diario de Watson y donde se presenta a los personajes y se relata el caso y, la segunda, donde se cuenta la historia detrás del crimen. Es atrapante. En la primera parte se valora la ambientación que hace de Londres, el encanto citadino, las reuniones y charlas eternas exponiendo cada detalle policial. En la segunda parte la trama se traslada al desierto y viajamos muertos de sed por montañas hasta desembocar en una colonia. Cada pista puede ser verosímil pero no verdadera, llevan al lector a querer saber quién está detrás del hecho y porqué se cometió. Una prosa rápida, llevadera, llena de intriga que genera ganas de seguir leyendo al autor.
Aparece por primera vez el mítico piso de 221-B de Baker Street, que hoy se puede visitar como Museo Sherlock Holmes. Imaginen un museo de un personaje literario. Increíble.
También se alude al detective Dupin de Edgar Allan Poe. Otras curiosidades de la obra:
* El título de la obra era en un primer momento “Una madeja enmarañada”.
* Conan Doyle tenía 27 años cuando escribió la novela.
* Fue escrita en menos de tres semanas.
* La primera deducción de Sherlock Holmes sucede en el encuentro con Watson y le dice: ¿Cómo está? Deduzco que usted ha estado en Afganistán.
* Antes de ser publicada, fue rechazada en varias ocasiones.
* Arthur Conan Doyle cobró 25 libras esterlinas por todos los derechos del texto.
* Las ilustraciones de la primera edición en libro fueron hechas por el padre de Conan Doyle.