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El origen de los viajes. Así podríamos llamar a esta maravilla. Después de leer a Tolkien casi da vergüenza escribir. Es capaz de narrar todo un mundo en unas pocas líneas. El Hobbit es como un cuadro que está tan bien pintado que eres incapaz de salir de él, sus trazos son precisos y no se repasan una y otra vez, sino que son sueltos y permiten que imaginemos todo lo que ni siquiera aparece detallado en él. Bilbo es un protagonista envidable, lo tiene todo. Es casi imposible no identificarse con él. Cuando era pequeño y veía el Señor de los Anillos quería ser Aragorn o Légolas. Despúes de leer el Hobbit solo quería ser Bilbo, merendar dos o tres veces y quejarme de todo lo malo que me pasa, aunque luego soy el que más disfrute las aventuras. Leed esta obra de arte. |
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