“—Una forma terrible de morir —comenta.
—No —respondo negando lentamente con la cabeza, aún con la mirada fija en la bañera—. Una forma terrible de matar.”

La vida son imágenes contrapuestas, una pequeña galería de emociones enfrentadas con el único fin de recordarnos que no se puede tener todo, y que nada dura demasiado. Especialmente lo bueno.

A los Durán lo que se les tenía era esa distancia típica de los pueblos, ya sabe. Esa que los antiguos caciques confundían con el respeto, y que en realidad no era más que una forma discreta por nuestra parte de mandarlos al carajo.

... cuando te enseñan lo que es el miedo de pequeño, después ya no dejas de verlo en todas partes. En todas las caras...

Ustedes no saben lo que es el miedo. Pero, cuando te lo graban desde pequeño, después ya no dejas de sentirlo jamás.

¿Conoce eso que dicen sobre los años ochenta? Ya sabe, eso de que si los recuerdas es que no los disfrutaste a tope. ¿Lo conoce, eh? ¿Lo había oído? Joder, chaval, ¡pues yo los disfruté tanto que lo único que recuerdo es que deberían haberle puesto mi nombre a la puta década!

En silencio, sentada frente al mar, una mujer observa el movimiento de las olas allá abajo. Vienen, revientan contra las rocas que, escarpadas, se precipitan colosales en una caída vertiginosa hacia las profundidades y se van. Una y otra vez. Una y otra vez…