ediciones Pàmies

Agradezco de corazón a la Editorial Pàmies el envío de este ejemplar como el principio de, espero, una larga colaboración.

Debutar con Agustín Tejada, amén de un privilegio, era apostar a caballo ganador.



Se dice de ese conjunto de tierras que hoy llamamos España, que es el culo de Europa. ¡Ya, claro!

Quizás por ello y desde el origen de los tiempos, cartagineses, musulmanes, vikingos, godos, celtas, franceses, alemanes y hasta algún ruso despistado han venido a esta piel de toro a sobarnos el trasero.



Y, ¡Cómo no, los romanos!



Año 180 antes de que Cristo tuviera gorro. Al puerto de Tarraco llega un nuevo pretor para demostrar que la tiene más larga que Flaco (pretor saliente, como la Fallera Mayor)

Graco, yerno de Escipión el Africano, el de los pactos y el primer gran acierto de Tejada.



Y es que, por mucho que me lo han querido vender, hasta hoy no he comprado a don Tiberio I (padre de Tiberio II, el de las reformas agrarias)

El autor nos presenta a un aristócrata lleno de ínfulas, con ansías de triunfos por las vías de Roma y espada brillante, sin muescas ni primera sangre.

Inexperto en lo militar y terriblemente inseguro.

Es decir, un humano.



Junto a él, Vento. Justo todo lo contrario. Militar que no conoce otra vida, que la de matar a enemigos tercos como mulas. Parco en palabras. Diálogos cortos, ejecutados con maestría por su ventrílocuo de tinta.

Hay que ser buen escritor, para con una frase, definir todos los matices de un personaje.



Cierra este triunvirato Magilo. El perro apaleado. líder de los Bellos con capital en Sekaiza (por Calatayud y sin preguntar por la Dolores) Mentiroso, tramposo, bruto y, sin embargo, tierno.



Furia Celtíbera es una novela que versa sobre el nacimiento de una idea. La difícil unión de las múltiples tribus de la meseta contra un enemigo común.

Roma.

Difícil porque cada pueblo va a su aire, roba al vecino cuanto puede, y solo defienden el interés propio.

¡Ay España, poco hemos cambiado!



Pero también es un relato de amistades imposibles, de honor, lealtad y de hombres fuertes, invencibles, implacables que dudan y lloran a escondidas.



Agustín Tejada hace del crecimiento un arte. Personajes y tramas fluyen con un ritmo ascendente tan disparatado como armonioso. Y con ello logra el triple salto cayendo de pie. Crecer como autor.



La recreación de la batalla del Mons Chaunus (Moncayo, para los menos románticos) es insuperable como tal, pero además, goza de unos giros, que, lógicamente, no te pienso contar.



Historia y literatura juntas y muy revueltas, se amanceban para los más puristas o yacen con desenfreno, para los que como yo, cuando quieren rezar acuden al ensayo y para grandes orgasmos a la novela.



Para mí, la obra más equilibrada del autor, aunque tengo la sensación de repetir esto, cada nuevo libro que cae en mis manos de Agustín Tejada

Leslie es joven, con sentido del humor y ama escribir guiones, historias que se puedan adaptar a la gran pantalla, pero tiene muy claro que para eso tiene que formarse. Lo que no aguanta es a su jefa, una joven actriz que ha dado el boom en el mundillo a la que no aguanta lo excéntrica que es, lo maleducada y el ego que tiene, pero este trabajo paga las facturas y para ahorrar para su sueño.



En un viaje a Grecia con su jefa se va a reencontrar con alguien que no esperaba y mucho menos preparada para volver a verlo. Se conocen desde niños y fue su amor de juventud, su mayor bochorno en el instituto y él chico del que nunca se olvidó.



Lo que Leslie no esperaba es como todo va a dar un giro de tal manera que va a pasar mucho más tiempo con Rhys, esto va hacer que se conozcan más, que los tiras y aflojas entre ellos son buenísimos y que la atracción entre ellos crezca cada vez más.



Rhys es un chico muy enigmático, es una de las grandes estrellas de Hollywood de la que poco se sabe de su vida privada. Es un poco gruñón, poco hablador y tiene muy claro que quiere separar su trabajo de su vida.



Con Leslie y sus dos amigos (Jenny y Bruno) nos van a dar momentos intensos de amistad, de risas y momentos locos que solo te puedes reír con ellos.



Vamos a tener un pequeño trasfondo del mundo del cine sin entrar en profundidad, igual que tendremos un viaje a Grecia que tenemos descripciones, pero sin abrumar.



El romance comienza con una atracción entre ellos que quieren explorar, lo que saben que cuando están juntos están bien, cómodos y se sienten ellos mismos. Vamos a tener un par de giros que sentí que se solucionaban con facilidad.



Tal vez una cosa que me faltó fue el punto de vista de Rhys porque hay cosas que no se entiende de porque actúa de unas maneras o lo que le pasa por la cabeza.

Andrea ya sufrió por Scott, ya le rompió el corazón en su día cuando era una joven ingenua, lo que no puede creer es que ha vuelto después de todo ese tiempo como si nada. Ella estaba en un momento tranquilo, le gusta su trabajo, estaba en paz con ella misma y sus dos mejores amigas son como su familia para ella.



Scott se alistó en los marines con un cometido, pero todo no salió como él esperaba. Él quiso y quiere mucho a Andrea y ha vuelto con un cometido. De joven no tuvo las cosas fáciles, siempre ha luchado y ha conseguido salir adelante.



Es una historia cortita en la que ellos tienen un pasado intenso, donde les faltan respuestas a ambos y una gran conversación entre ellos porque, a veces, hay malentendidos que se pueden solucionar con una conversación. Pero en el presente ella rehúye esa conversación.



La química entre ellos es fuerte y explosiva, ya de jóvenes tenían mucha química, pero ahora como adultos más. Es una historia donde hay muchas escenas de sexo. Que diré que en mi caso, para la extensión de la novela se me hicieron muchas.



También vamos a conocer a los amigos de ambos y se da a entender que van a tener historia, pero en mi caso creo que tiene mucho protagonismo para la extensión de la novela.



Un romance de segundas oportunidades donde dos personas no se olvidaron aunque pasará el tiempo porque hay amores que son difíciles de olvidar.