Discurso sobre la felicidad de Émilie du Châtelet
En fin, pensemos en cultivar el amor al estudio, ese amor que hace que nuestra felicidad dependa de nosotros mismos. Preservémonos de la ambición y, sobre todo, sepamos bien lo que queremos ser, decidamos el camino que queremos tomar para pasar nuestra vida y tratemos de sembrarlo de flores.
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