Lolita de Vladimir Nabokov
Tengo ahora ante mí la desagradable tarea de registrar una caída definitiva en la moral de Lolita. Aunque su participación en los ardores que con descendía nunca había aumentado mucho, el puro lucro aún no se había revelado.pero yo era débil, no era sensato, y me nínfula colegiala me esclavizada. A medida que menguaba el elemento humano, la pasión, la ternura, la tortura no hacía sino aumentar; y ella sacaba partido de ello.
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