Lolita de Vladimir Nabokov
—Puerco —dijo, sonriéndome dulcemente—. Criatura repugnante. Yo era una niña fresca como una flor, y mira lo que has hecho de mí. Debería llamar a la policía y decirle que me has violado. Oh, puerco, puerco, viejo puerco.
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