Lolita de Vladimir Nabokov
Insisto en que el mundo sepa cuánto quería a mi Lolita, a esa Lolita, pálida y manchada, con otra niña en su vientre, pero siempre con sus ojos grises, siempre con sus pestañas negras, siempre castaña y almendra, siempre mi Carmencita, siempre mía. Changeons de vie, ma Carmen, allons vivre quelque part ou nous ne serons jamais séparés.
|