Una habitación propia de Virginia Woolf
De hecho, tengo la sospecha de que detrás de Anónimo, que tantos poemas escribió sin firmarlos, se escondía una mujer. Edward Fitzgerald, creo, sugiere que fue una mujer quien compuso las baladas y canciones populares para cantárselas a sus hijos o hacer más ameno el trabajo de hilar o la noche invernal.
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