La Señora Dalloway de Virginia Woolf
Tenía la rarísima sensación de ser invisible, no vista, desconocida; ya no volvería a casarse, ya no volvería a tener hijo ahora, y solo le quedaban este pasmoso y un tanto solemne avance con todos los demás por Bond Street, este sr la señora Dalloway, ahora ni siquiera Clarissa.
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