Al faro de Virginia Woolf
Estaban pensando las mismas cosas y él le había respondido sin que ella hiciera la pregunta. Se paró ahí como si estuviera dando un abrazo a todas las debilidades y sufrimiento de la humanidad.: ella pensó que él estaba vigilando, con tolerancia y compasión, el destino final. ahora lo ha rematado con gran esplendor, pensó, cuando sus manos descendieron lentamente, como si le hubiera visto dejar caer, desde su gran altura, una guirnalda de violetas y asfódelos que, aleteando lentamente, terminaba por posarse, sobre la tierra.
|