Por encima de la lluvia de Víctor del Árbol Romero
Ya no existe la inmortalidad. Todo dura un segundo; una exclamación y se pasa a otra cosa. Soy de otro tiempo, lady. Cuando los sueños se construían muy despacio y uno no se desesperaba al verlos caer. Simplemente recomponía los pedazos y volvía a empezar con una paciencia infinita. No los cambiaba por otros sin más.
|