El hijo del padre de Víctor del Árbol Romero
Elaboramos planes e imaginamos destinos porque es una ley humana, los planes tapan los agujeros del presente, lo hacen soportable y le dan sentido. Pero por otro lado planificar es inútil. Cada decisión es una trampa. un intento de controlar lo incontrolable. Imaginar lo imposible solo trae frustración.
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