Se llamaba Manuel de Víctor Fernández Correas
El azar. O el destino. Cada cual juega sus cartas, más o menos marcadas, esperando ganar una partida tan eterna, como sus contendientes.
|
Se llamaba Manuel de Víctor Fernández Correas
El azar. O el destino. Cada cual juega sus cartas, más o menos marcadas, esperando ganar una partida tan eterna, como sus contendientes.
|