Soledad de Víctor Català
Cuando vea un paraje en la montaña que desconozco, siénteme allí yo solico y contémplelo bien harto espacio; y en tanto lo contemplo, sienta un calor en la boca del estómago y pasito a pasito esa calor súbeme p'arriba como un humo, lléneme la testa y haceme rumiar y rumiar... Y, como si una voz la me fuera contando, viénenme al oído todas las cosas que haigan de tener acaecido en aquel paraje..
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