Ven el jueves y no te demores.
Mientras tanto escribo, ya fui elaborando la lista
(sabes cómo me gusta pensar en todo
al mismo tiempo)
y al fin lo que me falta por hacer contigo
no es caro:
—viajar en auto-caravana
—bailar por la Carretera Nacional.
—verte llorar.
Lloras tan poco. Menos mal que estás contento.
(fragmento de Ven el jueves, Filipa Leal)
Es una alegría cuando das con un libro por pura casualidad, pero termina abriendo una puerta a un mundo de posibilidades.
Sombras de porcelana brava es un hermoso y voluminoso libro editado en tiempos de pandemia, en el preciso momento donde hemos dejado de viajar y es parte de esta colección de Vaso Roto que nos permite, por una suma muy reducida, recorrer virtualmente el talento de diecisiete poetas contemporáneas venidas desde una misma geografía. Dan ganas de subirse a la auto-caravana de todas estas ediciones y recorrer así otros lugares y otras voces. La colección incluye antologías de países distantes entre sí como México, Rumania, España, Colombia y ahora con esta entrega, también Portugal.
Tanto la selección como la traducción de Vicente Araguas es excelente y ya queda en cada uno enamorarse más de algunas que de otras de las poetas reunidas en este libro y que en ningún caso defraudan.
En mi caso me decanto especialmente por Filipa Leal, Tatiana Faia y Ana Paula Inácio.
La lista se completa a orillas del agua y del fuego con el lúcido trabajo de Maria Quintans, Ana Luísa Amaral, Rosa Oliveira, Maria do Rosário Pedreira, Maria João Cantinho, Ana Marques Gastão, Renata Correia Botelho, Rita Taborda Duarte, Inês Fonseca Santos, Claudia R. Sampaio, Catarina Nunes de Almeida, Andreia C. Faria, Beatriz Hierro Lopes y Sara F. Costa.
Los temas son muy variados y aunque es innecesario buscar un hilo conductor en una antología, es una constante la creación de nuevos seres y de nuevos mundos. Y es la mujer la que crea y se transfigura, como en este fragmento de Claudia R. Sampaio:
La mujer despertó siendo de color de lirio
A pesar de que los lirios pudieran ser de varios colores,
la mujer despertó y pensó: soy del color del lirio
Y así fue
porque nada impide a la mujer escoger
de qué color quiere ser,
y si es de lirio, o no.
Las ciudades son de pronto líquidas, el mundo se llena de música y lava, de un gozo de renovación. En este momento especial que nos toca vivir encuentro en estos poemas una esperanza de mundo nuevo, un ánimo de destruir lo viejo tal como sugiere Inês Fonseca Santos “Paredes, estáis hoy más viejas que nosotros.”
A golpe de navaja, a golpe de martillo, instantáneas como un rayo de luz cegador, así vienen estas diecisiete poetas a cantarnos.
como todo lo que es accidental
algo se incrusta por un golpe ciego
de martillo, violencia y tiempo
en la armonía indispensable
de una pieza que al principio
era aparentemente superficial
(fragmento de la segunda mujer de escritor, Tatiana Faia)
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