La vida invisible de Addie Larue de V. E. Schwab
En aquel momento, con los zapatos acariciando la noche, lo cierto es que habría vendido su alma por menos, habría intercambiado una vida entera de sufrimiento por un solo día —una hora, un minuto, un instante— de paz. Simplemente para adormecer el dolor de su interior. Simplemente para apaciguar la tormenta dentro de su cabeza. |