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Los límites de la interpretación de Umberto Eco
El racionalismo latino acepta los principios del racionalismo griego, pero los transforma y enriquece en sentido jurídico y contractual. La norma logística es modo, pero el modo es también el límite, y por tanto, frontera. Los puentes son sacrílegos porque franquean el sulcus (el círculo de agua) que define los límites de la ciudad: por ello su construcción puede realizarse sólo bajo el rígido control ritual del pontifex (constructor de puentes). La ideología de la paz romana. y el dibujo político de Augusto, se basan sobre la precisión de las fronteras: la fuerza del imperio está en saber en qué vallum (muralla), dentro de qué limen (umbral) es necesario plantear la defensa. Cuando no se tenga una clara noción de los confines y cuando los bárbaros hayan impuesto su visión nomádica, Roma estará acabada y la capital del imperio tendrá que moverse. La suerte está echada. Pero si los libros dicen la verdad incluso cuando se contradicen, entonces cada palabra suya es una alusión, una alegoría. Los libros dicen algo diferente de lo que parecen decir. Cada uno contiene un mensaje que ninguno de ellos, por sí mismo, podrá revelar jamás. Los dioses hablan (el Ser) a través de mensajes jeroglíficos y enigmáticos. Carl Gustav Jung, nos ha explicado que cuando una imagen divina cualquiera se nos ha hecho demasiado familiar y ha perdido todo su misterio, debemos dirigirnos a imágenes de otras civilizaciones, porque sólo los símbolos exóticos conservan una aura sacra. |