Las soldadesas de Ugo Pirro
Y todos gritaron que sí. Enseguida se creó otro ambiente, un aire como de burdel, y todo resultó aceptable, una orden como otra cualquiera, ilógica como todas las órdenes.
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Las soldadesas de Ugo Pirro
Y todos gritaron que sí. Enseguida se creó otro ambiente, un aire como de burdel, y todo resultó aceptable, una orden como otra cualquiera, ilógica como todas las órdenes.
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Las soldadesas de Ugo Pirro
No era miedo,era más bien un dolor que provenía de nuestras más remotas memorias.
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Las soldadesas de Ugo Pirro
Cuando por fin el italiano salió dulcemente de su timidez e intentó besarla, Suzy se apartó con un golpe de cintura, como en un baile. Ni una mirada, ni una palabra, tan solo un movimiento.
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Las soldadesas de Ugo Pirro
Entonces todavía no nos atrevíamos a pensar que íbamos a ser derrotados; llevábamos dentro de nosotros ese presentimiento como un pecado inconfesable, pero ninguno quería pensar en ello, porque éramos jóvenes y nos llenaba de una consternación infantil
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Las soldadesas de Ugo Pirro
El féretro estaba envuelto en la bandera. No había ni una flor; donde no crece el trigo, las flores tienen corta vida, como los animales y los hombres
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Gregorio Samsa es un ...