Las mujeres de Winchester de Tracy Chevalier
Cada perdida hundió a Violet en un pozo oscuro, un vacío que se abrió en su interior y ante el cual se sintió indefensa, sumida en la desesperación. Su hermano se había ido, su prometido se había ido, Dios se había ido. El agujero tardó mucho tiempo en cerrarse, si es que llego a cerrarse realmente.
|