Un Cowboy para Nochebuena de Tess Curtis
Layla miró por la ventanilla del coche en el que viajaba desde Bozeman hasta McAllister. La amiga de su madre, Maggie Davis, había ido a recogerla. No había tenido ninguna buena excusa que darle para rechazar la invitación de pasar unas semanas en el rancho de la mujer. La habían despedido de su empleo hacía días.
|