Una educación de Tara Westover
Nos abrazamos. Nos reímos como siempre hacíamos después de una pelea. Le sonreí como había hecho siempre, como habría hecho ella, la chica de dieciséis años. Sin embargo ella no estaba y la sonrisa era falsa.
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Una educación de Tara Westover
Nos abrazamos. Nos reímos como siempre hacíamos después de una pelea. Le sonreí como había hecho siempre, como habría hecho ella, la chica de dieciséis años. Sin embargo ella no estaba y la sonrisa era falsa.
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