Una educación de Tara Westover
(…) lo que volvía diferente ese rostro, a esa mujer, no era la ropa. Era algo que se percibía en el fondo de los ojos, en la firmeza de la mandíbula: la esperanza, la creencia o la convicción de que la vida no es algo inalterable. No encuentro la palabra para describir lo que vi, pero supongo que se parecía a la fe.
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