Una educación de Tara Westover
(…) de modo que reprimí los berridos recurriendo al método del pasado: mirando desafiante mi cara en el espejo y regañándola por cada lágrima. Era un procedimiento tan conocido que al llevarlo a cabo rompí en mil pedazos la ficción que con tanto esmero había fabricado en el último año. El pasado y el futuro falsos se volatilizaron
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